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La Ley de Bienestar de los Animales de Costa Rica, conocida oficialmente como Ley N° 7451, representa un avance significativo en la protección y el respeto hacia los animales en el país. Esta ley establece un marco legal robusto para asegurar el bienestar de todas las especies animales, sean domésticas, silvestres, productivas, de trabajo, de compañía, de exhibición o utilizadas en deportes y espectáculos públicos. En su esencia, la ley promueve valores fundamentales como el respeto y la compasión hacia los seres vivos, reconociendo que los actos de crueldad y maltrato no solo lesionan a los animales sino también a la dignidad humana.
La ley contempla condiciones básicas que deben cumplirse para garantizar el bienestar animal, incluyendo la satisfacción de sus necesidades fisiológicas y la prevención de enfermedades. Además, se establecen regulaciones estrictas sobre el trato de los animales en diferentes contextos, desde su vida en libertad hasta su utilización en diversas actividades humanas. Por ejemplo, se especifica que los animales silvestres deben vivir libres y reproducirse en su hábitat natural, mientras que los animales de trabajo y de compañía deben recibir cuidado y alimentación adecuada conforme a su función y necesidades.
Una sección importante de la ley aborda la experimentación con animales, imponiendo criterios rigurosos para minimizar el sufrimiento y promover el uso de alternativas cuando sea posible. La responsabilidad de los propietarios y poseedores de animales también está claramente definida, obligándolos a velar por el cumplimiento de estas normativas y prohibiendo prácticas como la cría de animales para peleas o la hibridación con fines peligrosos.
Asimismo, se regulan las condiciones para la adopción y remate de animales considerados nocivos y se imponen sanciones para quienes infrinjan las disposiciones establecidas. La administración pública, a través de sus dependencias técnicas, tiene el deber de supervisar y asegurar que se cumplan estas normativas, trabajando en conjunto con organizaciones protectoras de animales para responder a las denuncias y promover una cultura de respeto y bienestar animal en Costa Rica.
Ley N° 7451
LEY DE BIENESTAR DE LOS ANIMALES DE COSTA RICA
BIENESTAR DE LOS ANIMALES
La familia y las instituciones educativas fomentarán, en niños y jóvenes, los valores que sustentan esta Ley. De manera particular se enfatizará en los siguientes:
Los animales gozarán de los beneficios estipulados en esta Ley y su Reglamento.
Las condiciones básicas para el bienestar de los animales son las siguientes:
Los animales silvestres deberán gozar, en su medio, de una vida libre y tener la posibilidad de reproducirse. La privación de su libertad, con fines educativos, experimentales o comerciales, deberá producirles el mínimo daño posible y estar acorde con la legislación vigente, sin perjuicio de lo dispuesto en la Ley de conservación de la vida silvestre Nº 7317 del 30 de octubre de 1992. ARTÍCULO 5
Trato a los animales productivos.
El propietario o el poseedor de animales productivos deberá velar porque vivan, crezcan y se desarrollen en un ambiente apropiado.
Cuando el hombre modifique el ambiente, además de procurar la productividad, deberá tomar en cuenta el bienestar y las condiciones apropiadas de vida de estos animales.
Asimismo, deberá cuidar que los animales productivos que se destinen al consumo humano sean transportados en condiciones convenientes. Deberán sacrificarse con la tecnología adecuada, según la especie, para reducirles el dolor al mínimo.
Los animales de trabajo deberán recibir buen trato, contar con el reposo necesario y una alimentación reparadora, conforme a la labor que realicen.
Los dueños o los responsables de los animales de compañía deberán cumplir con las siguientes obligaciones:
De igual forma, cuando las mascotas circulan por las vías públicas, los respectivos dueños o responsables deberán tomar las medidas de seguridad con los mecanismos correspondientes.
(Así reformado por el artículo 1° de la ley N° 9458 del 11 de junio de 2017)
Los animales de los zoológicos deberán exhibirse, alimentarse y mantenerse en las condiciones adecuadas a cada especie.
Los animales utilizados en deportes o espectáculos públicos no deberán someterse, a la disciplina respectiva, bajo el efecto de ninguna droga o medicamento perjudicial para su salud e integridad; tampoco deberán ser forzados más allá de su capacidad ni deberán utilizarse objetos que puedan dañar su integridad física.
(Así reformado por el artículo 102 (actual 108) aparte «g» de la Ley General del Servicio Nacional de Salud Animal, N° 8495 del 6 de abril de 2006)
En los experimentos con animales, el investigador deberá velar porque se cumpla con lo siguiente:
Antes de utilizar un animal para la experimentación deberán intentarse, siempre que sean apropiados, otros métodos, como los basados en modelos matemáticos, la simulación por computador y el empleo de sistemas biológicos in vitro.
Siempre que el experimento y las condiciones lo permitan, se utilizarán animales del nivel más bajo posible en la escala zoológica.
Los experimentos con animales deberán registrarse en el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, salvo los casos estipulados en la Ley N.° 7317, Ley de Conservación de la Vida Silvestre, de 30 de octubre de 1992. También, deberán ajustarse a lo establecido por el Servicio Nacional de Salud Animal ( Senasa ), en sus protocolos de buenas prácticas de salud animal en experimentos.
Ese Ministerio vigilará por que tales investigaciones se realicen de acuerdo con los criterios establecidos en esta ley.
Una vez realizado el registro del experimento respectivo, ante el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, se deberá notificar al Servicio Nacional de Salud Animal para lo que corresponda, de acuerdo con sus competencias contenidas en la Ley N.° 8495, Ley General del Servicio Nacional de Salud Animal, de 6 de abril de 2006.
(Así reformado por el artículo 1° de la ley N° 9458 del 11 de junio de 2017)
Los experimentos que no se ajusten a la presente Ley y su Reglamento, podrán ser denunciados por cualquier persona, física o jurídica, ante el Ministerio de Ciencia y Tecnología, a fin de que se suspendan. No podrán reiniciarse hasta que el responsable ofrezca las garantías del caso a ese Ministerio.
Los propietarios o los poseedores de animales serán los responsables de velar porque se beneficien con la aplicación de las condiciones básicas dictadas en esta Ley.
Se prohíbe la cría, la hibridación y el adiestramiento de animales con el propósito de aumentar su peligrosidad.
Asimismo, se prohíbe que los responsables de animales de cualquier especie promuevan peleas entre ellos.
Se permiten los espectáculos públicos o privados con animales, que cumplan con las disposiciones del Ministerio de Salud y del Ministerio de Agricultura y Ganadería, para la protección de las personas y de los animales.
(Así adicionado por el artículo 1° de la ley N° 9458 del 11 de junio de 2017)
Los propietarios o los poseedores de animales deberán cumplir con las medidas veterinarias declaradas de acatamiento obligatorio, de conformidad con los artículos 184 y siguientes de la Ley General de Salud Nº 5395, del 30 de octubre de 1973 y sus reformas.
Los propietarios o los poseedores de animales peligrosos deberán mantenerlos en condiciones adecuadas de salubridad y seguridad, que eviten los riesgos para la salud y la seguridad de las personas. De incumplirse con estas condiciones, el Ministerio de Salud los considerará animales nocivos.
Para los efectos de esta Ley, el Ministerio de Salud o el Ministerio de Agricultura y Ganadería determinará cuáles animales se considerarán nocivos. También se incluirán dentro de esta categoría, las mascotas, los animales productivos y los de trabajo que deambulen por vías y sitios públicos.
Las autoridades administrativas deberán llevar los animales mencionados en los dos artículos anteriores a albergues o al fondo municipal para ser adoptados o rematados. En estos casos, se concederá un plazo de tres días hábiles al propietario o al poseedor para reclamar sus derechos. Si quince días hábiles después de vencido ese plazo, no se ha verificado la adopción ni el remate, deberá dárseles muerte sin sufrimiento.
Durante la permanencia en el albergue o el fondo municipal, a los animales deberá brindárseles atención y asistencia médico- veterinaria, como se establece en la Ley de regulación de la tenencia y matrícula de perros No. 2391, del 2 de julio de 1959. ARTÍCULO 20
Condiciones de albergues y fondos municipales.
En la medida de lo posible, todo albergue o fondo municipal para animales deberá contar con la dirección técnica y científica, que garantice los tratamientos y los cuidados convenientes así como la muerte sin dolor mediante supervisión profesional.
Se impondrá sanción administrativa de multa de un cuarto a medio salario base, de acuerdo con el artículo 2 de la Ley N.° 7337, de 5 de mayo de 1993, según la gravedad de la infracción, a quien:
Esta sanción administrativa se impondrá sin perjuicio de las sanciones civiles y penales que se deriven de estas conductas.
(Así reformado por el artículo 1° de la ley N° 9458 del 11 de junio de 2017)
Se exceptúan de la aplicación de las sanciones previstas en el artículo 21 de la presente ley, las siguientes actividades:
(Así adicionado por el artículo 1° de la ley N° 9458 del 11 de junio de 2017)
Al propietario o poseedor le corresponden las responsabilidades civiles por los daños y perjuicios causados por el animal bajo su vigilancia y cuidado, conforme a lo dispuesto en los artículos 1045, 1046 y 1048 del Código Civil.
Por medio de sus dependencias técnicas competentes, la Administración pública determinará si no se le brindan a un animal las condiciones básicas establecidas en esta Ley. Además, deberá oír a las organizaciones protectoras de animales, cuando formulen denuncias.
El Poder Ejecutivo reglamentará la presente Ley en un plazo máximo de sesenta días a partir de su publicación.
Las multas que se recauden, por incumplimiento de las obligaciones establecidas en el artículo 7 de la presente ley, serán trasladadas al Servicio Nacional de Salud Animal ( Senasa ) y serán destinadas a las labores de educación, control y fiscalización de las obligaciones allí establecidas.
El Servicio podrá establecer convenios con las municipalidades, para asegurar las labores de vigilancia, educación y fiscalización.
(Así adicionado por el artículo 1° de la ley N° 9458 del 11 de junio de 2017)
Las sanciones pecuniarias establecidas en la presente ley deben pagarse en un máximo de treinta días hábiles a partir de su firmeza.
(Así adicionado por el artículo 1° de la ley N° 9458 del 11 de junio de 2017)
Todos los procedimientos sancionatorios de esta ley se tramitarán ante el Tribunal de Procedimiento Administrativo Sancionador, creado en la Ley N.° 8495, Ley General del Servicio Nacional de Salud Animal, de 6 de abril de 2006.
(Así adicionado por el artículo 1° de la ley N° 9458 del 11 de junio de 2017)
Rige a partir de su publicación.
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