El Examen de Excelencia es el umbral que todo aspirante a la abogacía en Costa Rica debe cruzar. Representa la culminación de años de estudio y la validación de los conocimientos fundamentales para ejercer la profesión. Sin embargo, en un mundo que se transforma a una velocidad sin precedentes, surge una pregunta crucial: ¿El temario actual nos está preparando para los desafíos del mañana, o nos mantiene anclados en las doctrinas del ayer?
Lo que el Temario Evalúa Hoy: Un Reflejo del Pasado Jurídico
El enfoque actual del Examen de Excelencia, en gran medida, se centra en la dogmática jurídica tradicional. Evalúa la capacidad del aspirante para recitar los elementos del tipo penal, dominar los plazos procesales o desglosar las bases doctrinales del derecho. Este conocimiento es, sin duda, el cimiento de nuestra profesión. Nos proporciona un «puerto seguro», un lenguaje común y una estructura lógica indispensable.
Sin embargo, al enfocarse casi exclusivamente en la ley escrita y en su interpretación histórica, el temario actual corre el riesgo de formar juristas que son excelentes exégetas de un mundo que ya no existe. Se premia la repetición sobre la anticipación, la memorización sobre la innovación. El temario nos ancla a un pasado jurídico que, como la tinta en el agua, se disuelve ante la irrupción de nuevas realidades tecnológicas y sociales.
Lo que el Temario Debería Evaluar: Habilidades para el Siglo XXI
No se trata de abolir las bases, sino de recontextualizarlas y expandir la evaluación hacia las competencias que el futuro demanda. Un temario verdaderamente excelente debería medir la capacidad del abogado para ser un arquitecto de soluciones en un entorno digital. Proponemos que la evaluación se expanda para incluir:
- Plasticidad Intelectual: Más que conocimiento, medir la habilidad para aplicar principios jurídicos a problemas que ningún código contempla. Por ejemplo, ¿cómo se construye un argumento sólido frente a una violación de derechos perpetrada por un algoritmo de inteligencia artificial?
- Competencia en Conflictos Digitales: El temario debería incluir casos prácticos sobre la mediación en disputas de bienes enteramente digitales. ¿Cómo se aborda un conflicto de propiedad sobre un NFT o una herencia de criptoactivos?
- Visión Regulatoria y Prospectiva: Evaluar la capacidad para proponer marcos regulatorios para tecnologías emergentes. ¿Qué visión tiene el aspirante para legislar sobre la neurotecnología y proteger la privacidad del pensamiento, la última frontera de la intimidad humana?
- Análisis de Transacciones Descentralizadas: El abogado del futuro debe entender el funcionamiento de un contrato inteligente (smart contract) en una cadena de bloques (blockchain) y analizar sus implicaciones legales en una transacción sin intermediarios y bajo una jurisdicción algorítmica.
El Examen de Excelencia debe evolucionar. Debe pasar de ser una prueba sobre el pasado a ser un diagnóstico de la preparación para el futuro. La sociedad no necesita únicamente abogados que demuestren conocer la ley, sino juristas que demuestren tener las herramientas éticas e intelectuales para litigar, asesorar y legislar en el incierto y fascinante futuro que nos espera.