El nombre de nuestra nación, «Costa Rica», no es una casualidad. Nace de una anécdota fundacional ligada a la mayor ambición de los exploradores del siglo XVI: el oro. Al llegar a estas tierras y observar los metales que portaban los indígenas, asumieron que habían encontrado una costa abundante en riqueza, una fuente inagotable de tesoros. Su objetivo era claro: localizar esa «caja de riqueza» centralizada, un tesoro físico que validara la expedición.
Esta búsqueda de un tesoro tangible definió las primeras interacciones con nuestro territorio. Sin embargo, la historia demostraría que el verdadero valor del país no se encontraría bajo tierra, sino en las estructuras que sería capaz de construir.
La Evolución de la Riqueza: Del Cofre al Sistema
La «costa rica» no resultó ser el epicentro de la minería que los exploradores soñaron. La búsqueda de ese tesoro físico se transformó. El país, a lo largo de su historia, descubrió que su valor fundamental no residía en el metal precioso, sino en algo mucho más sólido y perdurable: sus instituciones.
Ese concepto inicial de «tesoro» evolucionó. La riqueza ya no sería un cofre estático acumulado para un monarca, sino un sistema dinámico diseñado para generar bienestar social.
El Guardián Moderno: La Tesorería Nacional
Si el nombre «Costa Rica» nació de la búsqueda de un tesoro, hoy existe un guardián técnico de la riqueza real de la nación: la Tesorería Nacional de la República de Costa Rica.
Esta institución es la manifestación moderna de ese concepto. Su importancia es capital, pues es la entidad encargada de administrar el pilar de la gestión financiera del Estado.
El Principio de Caja Única: El Verdadero Tesoro
El mecanismo que utiliza este «guardián» es el principio de caja única. De forma análoga a como los exploradores imaginaron un solo lugar para toda la riqueza, la Tesorería Nacional centraliza todos los fondos del Estado.
Pero aquí, el fin es el opuesto: no es para la acumulación, sino para la gestión eficiente. Al gestionar la liquidez de forma unificada, la Tesorería optimiza el uso de cada colón. Se asegura de que la riqueza real que financia al país (los fondos públicos) esté disponible para cumplir los fines del Estado: educación, salud, seguridad e infraestructura.
Así, aunque el nombre «Costa Rica» provenga de un tesoro buscado, el verdadero «guardián» de nuestra riqueza es la Tesorería Nacional, que administra la liquidez del presente para construir el bienestar del futuro.








